El restaurador japonés Yoshihiko Yamashita nos ha visitado esta semana para conocer y analizar algunos ejemplares del rico fondo de las lacas japonesas que conserva el Museo de Zaragoza. Yamashita se encuentra en nuestro país para impartir en el Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid un taller de conservación y restauración de urushi (laca japonesa) para expertos y profesionales. La técnica del urushi, barniz hecho con la savia del ciprés japonés (rhus vernicífera), es una de las tradiciones artísticas más ancestrales y representativas de la cultura japonesa. Su elaboración es un proceso complejo, que da como resultado bellos objetos protegidos por decenas (y hasta cientos) de capas de un barniz que les confiere brillo, dureza e impermeabilidad. Pese a esto, las piezas lacadas (esculturas, muebles, vajillas, accesorios, ¡incluso las armaduras de los samurai!) no están libres de deterioro y su conservación y restauración es un campo de estudio todavía muy poco desarrollado en Occidente. La restauradora del Museo de Zaragoza Carmela Gallego fue invitada a dicho taller y ha mostrado al interesado visitante nuestros fondos de lacas japonesas.
Yoshihiko Yamashita es un reconocido especialista que, entre otros muchos méritos, ha sido conservador-restaurador del Museo Nacional de Tokio y actualmente es conservador del National Research Institute for Cultural Properties de Japón, una institución que entre otros fines, se preocupa por la conservación del patrimonio artístico japonés fuera de sus fronteras, a través de la colaboración con museos que poseen obras de arte japonesas. El restaurador ha impartido numerosos seminarios por todo el mundo y ha intervenido en importantes lacas de origen japonés conservadas en museos occidentales, como en la famosa restauración del “Proyecto Escritorio de Mazarino” del Victoria & Albert Museum de Londres, un caso de referencia en el que un equipo de restauradores japoneses y europeos colaboraron durante años.
Concretamente, Yamashita se mostró especialmente interesado por algunos ejemplos de lo que se conoce como arte namban (“arte de los bárbaros del sur”), producto del contacto cultural entre Japón y la Península Ibérica en los siglos XVI y XVII. Las órdenes misioneras que se instalaron con fines de evangelización en Japón encargaron a artesanos locales objetos que les sirvieran para el culto (atriles, relicarios, baúles y biombos) y que, aunque incluyeran motivos cristianos (como cruces) estaban realizados en una técnica y estilo totalmente japoneses. Aunque en Europa se conservan bastantes objetos de lacas namban, al ser realizados precisamente para su exportación, apenas queda algún ejemplo en el propio Japón. Por ese motivo les interesan tanto este tipo de lacas.
El Museo de Zaragoza posee, procedentes de la “Colección de Arte de Asia Oriental Federico Torralba”, un magnifico arcón o arqueta y dos escritorios de este estilo (49189; 54562, ingresado en 2007 y 55863, ingresado en 2013) en distintos estados de conservación. Yamashita realizó un concienzudo análisis de los objetos y nos ofreció algunos datos que sólo él nos podría haber aportado. En resumen, una provechosa vista que amplia la influencia y el conocimiento de nuestro museo en el mundo.
