Facilitar el acceso a nuestros bienes culturales y trabajar en su difusión es una de las labores fundamentales de los museos. Por este motivo, el departamento de conservación e investigación, en estrecha relación con documentación, trabaja a diario en el control y la gestión de colecciones.

Los meses de confinamiento a causa del estado de alarma han permitido que nuestros técnicos den un fuerte impulso al trabajo de documentación. En este tiempo, han trabajado en las fichas catalográficas dentro del programa Domus de documentación y gestión museográfica realizando una importante labor de revisión y actualización de información. Posteriormente, se ha realizado una carga de 237 fondos museográficos en la Red Digital de Colecciones de Museos de España incluyendo algunos fondos revisados y un gran número de bienes nuevos.

CER.ES es un catálogo colectivo en línea que reúne información de una amplia selección de los bienes culturales que forman las colecciones de todos los museos que integran la Red Digital del Colecciones de Museos de España, entre los que se encuentra el Museo de Zaragoza. Este portal permite realizar búsquedas y facilita una ficha completa de cada bien, que se completa con una fotografía reciente que lo identifica. Por ello, técnicos y fotógrafo han trabajado mano a mano en la carga de estos bienes.

Estos 237 fondos incluyen un importante número de materiales arqueológicos procedentes, entre otros, de Cabezo Monleón (Caspe, Zaragoza) recientemente fotografiados y revisados. También se han incluido piezas prehistóricas de la colección Tejerizo.

Destacan varios glandes de plomo, datados entre el 76-74 a.C. (República Hispania), que sirven de soporte para las inscripciones más antiguas conocidas de la zona del valle medio del Ebro y, además, son ejemplo excepcional de intención propagandística. Estos proyectiles se encuadran dentro de las guerras sertorianas y proporcionan información acerca de uno de los valores con los que Sertorio deseaba ser identificado: pietas (proclamación de su patriotismo y respeto al régimen romano).

También se ha volcado una importante selección de fondos de la colección de arte oriental, entre los que figuran varios inrô como este ejemplar del periodo Edo. Se trata de un objeto realizado con detalle, lacado y con decoración vegetal elaborada con la técnica makie y dorado. El inrô incluye su correspondiente ojime (piedra de color) y netsuke.

Esta nueva carga de fondos museográficos es un ejemplo de la variedad de materiales que conserva el museo, así como de la importancia que cobran estas labores que forman parte del trabajo “puertas adentro” de los museos.

MdZ