Desde este blog siempre hemos puesto de manifiesto la variedad y la gran importancia de los fondos del Museo de Zaragoza, inagotable fuente de sorpresas para la historia de nuestra ciudad y de Aragón. No solo de Goyas vive el museo.
Entre los múltiples trabajos que estamos realizando, uno es la reordenación de nuestro archivo que contiene varias secciones. En la parte histórica hay documentos de toda índole desde pergaminos medievales hasta humildes impresos, como el que aquí damos a conocer.
Se trata de un boleto de lotería emitido en 1831 para recoger fondos con destino a la reparación de la iglesia del Portillo que resultó muy dañada en la Guerra de la Independencia, por situarse allí una batería que hizo frente a las tropas napoleónicas. Tal es así que tuvo que reconstruirse en el siglo XIX, según un proyecto de José Yarza Lafuente y continuado por su hijo José Yarza y Miñana. Las obras se dieron por terminadas en 1898, aunque en realidad lo fueron en 1965.
El número que figura en el billete es el 21.470, costaba un real de vellón. El premio se rifaba “a una suerte”, es decir un premio único, y era, nada más y nada menos, seis onzas de oro, un reloj también de oro, una Virgen del Pilar de plata y varios aderezos de mesa de plata. Sin duda un generoso estímulo que debió animar a numerosos zaragozanos a comprar boletos para la rifa. No conocemos el nombre agraciado o agraciada, pero tal vez una búsqueda en la prensa zaragozana del momento pudiera aportarnos esa información.
Una muestra más de la variedad de nuestra colección que atesora preciosos testimonios del pasado, no solo de grades hechos sino también de la vida cotidiana. Han llegado hasta nosotros gracias a estar salvaguardados con mimo en el archivo del Museo de Zaragoza, pues es muy raro que ejemplares de documentos tan efímeros y frágiles como este se conserven.
MdZ