Esta semana se ha celebrado el Día Internacional de la amistad. El Museo de Zaragoza conserva, entre sus muchas obras, retratos y documentos que reflejan las amistades y relaciones de los artistas. Hoy rescatamos este recopilatorio como homenaje a todos ellos.
El amigo de la juventud
Goya mantuvo desde su juventud una gran amistad con el también zaragozano Martín Zapater. Fruto de su relación, y de los años en los que estuvieron separados, se conserva una rica correspondencia formada por 147 cartas (1775-1799). Todas ellas son un valioso testimonio documental y biográfico del artista. El Museo de Zaragoza conserva una de ellas.
La compañera de vida
Muchos son los pintores que han retratado a su musa, pareja o amante. En este caso, el museo conserva el lienzo titulado “Dama con mantilla” de Francisco de Goya. El autor presenta a una enigmática mujer que mira directamente al observador. Esta expresión directa de los ojos con cierta dulzura hace suponer que Goya mantendría lazos de amistad con la retratada. Esto ha hecho que algunos autores afirmen que se trataría de Leocadia Zorrilla, compañera del pintor en sus últimos días.
El colega de profesión
Para Sorolla, los amigos eran algo muy importante y retrata a varios de ellos en numerosas ocasiones. El museo conserva el retrato de su amigo Portillo con el que compartía profesión además de amistad. Se trata de una obra que parece una instantánea fotográfica. Es amable y cercana, luminosa y cálida, como es habitual en Sorolla. El formato apaisado corresponde con el habitual utilizado por el autor para retratar a sus amigos.
El mecenas
Dentro de la prolífica obra de Goya y su labor de retratista, se encuentra este lienzo de Juan Martín de Goicoechea, mecenas de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, que desempeñó numerosos puestos de poder y fue amigo de Goya.
La obra tiene el interés de representar a un personaje estrechamente ligado con Zaragoza y, a su vez, un amigo del artista. El personaje posa en posición de tres cuartos y viste casaca con la cruz de Carlos III.
El influyente
Valentín Carderera retrató al anfitrión de su primera estancia en Londres, Pascual de Gayangos. Era un arabista muy bien relacionado en los círculos culturales de la capital británica y facilitó el contacto del pintor con un gran número de artistas, eruditos y miembros de la élite política.
La obra manifiesta las capacidades de retratista de Carderera, es un lienzo de alta calidad, pincelada cuidadosa y precisa y destaca la captación psicológica del retratado, con cierta mirada incisiva.
Con este recopilatorio saludamos a cada uno de nuestros personajes y le agradecemos esa cuidada amistad que ha derivado en obra de arte.
MdZ