Esta mañana se ha abierto al público una cuidada selección de las obras maestras de los artistas más destacados del arte gótico de los siglos XIV y XV, momento floreciente de la cultura en Aragón. En estas centurias van calando las influencias francesas, italianas y flamencas en los artistas hispánicos, haciendo evolucionar el arte de la época desde los presupuestos del gótico lineal hacia el italogótico, el gótico internacional y, por último, el gótico hispanoflamenco.
La presentación de las nuevas salas de gótico se enmarca dentro del proceso de renovación de la exposición permanente que lleva acometiendo el Museo de Zaragoza en los últimos años.
La sala 12 acoge las producciones de artistas como el maestro de San Miguel de Daroca (hacia 1365-1380), el maestro de Alpuente (doc.1365-1405), Marzal de Sas (doc. 1393-1420), Blasco de Grañén (doc.1422-1459) y Jaime Serra (1358-1396). El nuevo montaje expositivo muestra por primera vez la parte posterior de la tabla de Marzal de Sas, dedicada a la Anunciación, y que destaca por su riqueza decorativa. Jaime Serra, con su Retablo de la Resurrección (1381-1382) del Monasterio de las Canonesas del Santo Sepulcro, así como Blasco de Grañén, con su María, Reina de los Cielos (hacia 1437-1439) y el sepulcro de doña María Ximénez Cornel (hacia 1427-1451), son los artistas más destacados de esta primera sección.
La sala 13 está dedicada al retablo mayor de la iglesia parroquial de Blesa dedicado a la Invención y Exaltación de la Santa Cruz, obra de los pintores aragoneses más insignes de la segunda mitad del siglo XV: Miguel Jiménez (doc.1462-1505) y Martín Bernat (doc. 1450-1505). Este retablo no sólo es considerado una de las piezas más destacadas de la escuela hispanoflamenca aragonesa, sino también uno de los conjuntos más importantes de finales del gótico en nuestro país. Las obras han sido recientemente restauradas y se muestran de nuevo al visitante en todo su esplendor. Además, se exponen por primera vez varias tablas de bustos de ángeles portando atributos de la pasión que formarían parte del guardapolvo o polsera que recorrería en su perímetro exterior el retablo.
En el espacio central de la sala se han incorporado al discurso expositivo dos magníficas piezas. La primera de ellas, el sepulcro de don Pedro Fernández de Híjar y Alagón (finales del siglo XIV), procedente del Monasterio de Nuestra Señora de Rueda, ha sido recientemente restaurado. Este proceso de restauración ha recuperado la rica policromía que enriquecía su bello universo iconográfico.
La segunda pieza es la lauda sepulcral del canónigo Agustín Pérez de Oliván (datado en el 1500), procedente del solar de la antigua Universidad de Zaragoza, que vislumbra la adopción de los nuevos parámetros estilísticos del Renacimiento, enlazando así con las siguientes salas del discurso expositivo.
La exposición permanente de arte gótico se completa en la Galería del museo, abierta al público desde 2019. En ella se pueden admirar piezas de artistas tan destacados como Pere Johan (doc. 1394-1458), el maestro Ans (doc. 1467-1478), Miguel Jiménez (doc.1462-1505) y Martín Bernat (doc. 1450-1505).