El asueto escolar propicia que podamos ofrecer desde el museo actividades abiertas al público infantil, sin vincularlas a tareas escolares, con un enfoque muy lúdico.
En la Semana Santa de 2015 esta posibilidad se ha materializado con dos propuestas distintas; una en la Sección de Cerámica y otra en el salón de actos del Museo, ambas de carácter gratuito.
El martes 31 de marzo, un grupo compuesto por niños y niñas, y sus acompañantes, se acercaron, acogiendo la invitación lanzada a través de las redes sociales, a la Casa de Albarracín, sede de las colecciones de cerámica, desconocida para muchos de los allí presentes.
En la planta baja, ante las grandes vitrinas que recogen las funciones y la evolución de la cerámica, se abordaron las nociones básicas del material “barro”, su presencia generalizada en nuestro planeta, su bajo coste, su plasticidad y el uso continuado desde los tiempos remotos de la prehistoria hasta nuestros días.
La maqueta del alfar de Huesa del Común, del primer tercio del siglo pasado, permitió comprender mejor el proceso seguido para la elaboración de las piezas cerámicas desde la extracción de la arcilla hasta la venta final de los productos.
En la primera planta del museo, ante las vitrinas de cerámica decorada, provenientes de los alfares de Muel, Teruel y Villafeliche, cada uno de los pequeños dispuso de un plato de cartón, remedo de un plato de cerámica bizcochada y barnizada con el blanco del manganeso y con la ayuda de rotuladores azul, verde, marrón y naranja “idearon” sus decoraciones con la inspiración de las maravillosas piezas que muestra esta sala.
Al término de la actividad el nivel de satisfacción de los participantes era muy alto, dato que nos confirma que el Museo debe continuar estas líneas de trabajo.
Al día siguiente, ya en nuestra sede central en Plaza de los Sitios, la orquesta Camerata Contrapunto nos invitó a disfrutar de su espectáculo “Nos vamos al museo”.
El concierto atrajo a un público mayoritariamente familiar, que completó desde el inicio de la mañana el aforo de un salón de actos abarrotado del público más difícil, los más pequeños de la casa. Tampoco faltaron los niños y niñas que esta semana frecuentan la ludoteca de Cruz Roja. Todos ellos, adultos incluidos, cantaron, bailaron y acompañaron con palmas un repertorio dinamizado que abarcaba desde “El barbero de Sevilla” de Rossini a “El vuelo del moscardón” de Rimsky-Kórsakov, pasando por “El rock de la cárcel” o bandas sonoras de películas como “E.T.”. Una variedad que busca introducir los clásicos musicales a una audiencia infantil con un enfoque divertido que cuenta en todo momento con la participación de todos los asistentes.
Queremos agradecer a los jóvenes intérpretes de Camerata Contrapunto, encabezados por su director José Marco, su disponibilidad y talento.
El Museo de Zaragoza desea mantener y ampliar una oferta de actividades e iniciativas que atiendan a la creciente demanda del público familiar e infantil.
MdZ