En febrero del año 1971, se realizó una excavación de urgencia al aparecer restos arqueológicos romanos durante unas obras en el casco urbano de Utebo. Justo en Utebo (octavus) se ubicaba la milla octava de la vía que unía Zaragoza (Caesar Augusta) con Astorga (Asturica Augusta) Como era habitual, en los márgenes de ella se levantaron establecimientos y viviendas de variada índole que dieron lugar a este núcleo urbano, un lugar habitado ininterrumpidamente desde época romana hasta hoy.
La excavación se realizó bajo la dirección de Concepción Blasco y en ella se encontraron fragmentos de un mosaico pertenecientes al pavimento de una habitación utilizada para banquetes que recibía el nombre de triclinium. El mosaico representa al dios Baco (versión latina del Dyonisos griego) en estado de embriaguez, de pie, vestido con túnica de color verde, aparentemente aislado y sin ninguna figura humana de acompañamiento. En la imagen original había a su derecha y a sus pies, una pantera sentada sobre sus cuartos traseros de la que sólo se conserva parte de su larga cola. Este momento de la vida de Baco fue muy ejecutado en la musivaria romana con diversas variaciones. El mosaico está confeccionado con teselas de colores (verdes, rojas…). Posiblemente la figura pertenecíó a un panel lateral y se complementaba por una orla exterior de tres metros de anchura elaborada con teselas blancas y negras que forman una decoración vegetal, con peltas y figuras geométricas.
Este pavimento formaría parte de la zona noble de una mansión rural de cierto empaque. La edificación de esta casa se realizó con posterioridad a los años 80/90 d.C., con remodelaciones en la primera mitad del siglo II, momento en el que se debió de construir el mosaico. El abandono definitivo se produjo a fines del siglo II o inicios del III. Entre los años 350 – 450 hubo una ocupación residual.
Gracias al Fondo Documental y Gráfico “Antonio Beltrán” que se custodia en este Museo, disponemos de un valioso reportaje fotográfico correspondiente al momento del hallazgo. Estos documentos aportan nuevos datos para el estudio de este importante y poco conocido yacimiento, uno de los escasos testimonios del hábital rural del entorno de Caesar Augusta.
El mosaico en cuestión, que pertenece a los fondos de la colección estable del Museo de Zaragoza, ha sido prestado temporalmente para una exposición organizada por la asociación cultural “Grupo de Historia san Ginés y santa María la Mayor del lugar de Utebo”, que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de de la localidad. Con ella se quiere conmemorar precisamente el 40 aniversario del hallazgo de esta pieza. La exposición titulada “VIIIª Milla. Roma, el impulso de una civilización” se inauguró el día 4 de abril y estará abierta hasta el 5 de mayo próximo, en el Centro Cultural Municipal Mesonada de esa localidad zaragozana.