El misterio de una pequeña pintura que, por estar expuesta, se hizo más grande.

Hoy os traemos una historia de una pequeña gran obra. Muchos, sobre todo nuestros habituales, ya la conocéis y la habéis disfrutado desde hace años expuesta en las salas del museo. Se trata del “Doble retrato de matrimonio” de Lavinia Fontana.

Este pequeño cobre de 17×14 cm, pintado por ambas caras, fue depositado en el Museo de Zaragoza en 1911 por la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis. Por aquel entonces la obra estaba atribuida a Benvenuto Tisi «Il Garófalo», pintor de Ferrara de la primera mitad del siglo XVI.

Durante años la pieza estuvo expuesta en las salas del museo por tratarse de una obra muy curiosa y así aparece reflejado en los distintos catálogos de la exposición permanente que se han editado en el museo, incluida la guía del año 2003 en la que todavía aparece con la atribución a Benvenuto Tisi.

Disposición de la obra en la sala 15 en el año 2005 (Foto: Miguel Gracia)

Sin embargo, un giro inesperado iba a dar una importancia extraordinaria a esta obra. La profesora Carmen Morte, especialista en el periodo artístico al que pertenece la obra, preparaba una exposición itinerante titulada “El esplendor del Renacimiento en Aragón”. Ella conocía muy bien la obra de la artista retratada, Lavinia Fontana, y tras contactar con el experto Antonio Vannugli, doctor en Historia del Arte por la Universidad de La Sapienza, y realizar un minucioso estudio, ambos determinaron que esta obra había sido ejecutada por la mano de Fontana.

Montaje de “El Esplendor del Renacimiento en Aragón”. En el centro la Dr. Carmen Morte. (Foto: José Garrido).

Así que “el doble retrato” pasó a formar parte de una exposición itinerante que ya incluía su nueva atribución en los catálogos. Esta atribución también se recoge desde entonces en la ficha de la aplicación de consulta web CERES del Ministerio de Cultura y Deporte.

En el año 2010, la exposición recaló en el Museo de Zaragoza y el emplazamiento de la pieza fue, entonces, la actual sala 3 del museo donde estuvo ubicada hasta que en 2016 tuvo que ser trasladada a un área de reserva a causa de las obras del parking de la calle Moret, al igual que el resto de la exposición de Renacimiento y Barroco, ambas secciones recientemente recuperadas en la reestructuración expositiva en las salas 12, 13 y 14 en la planta 1ª del edificio.

Última ubicación en sala 3 antes del desmontaje con motivo de las obras del parking de la calle Moret en 2016. (Foto: José Garrido)

Dada su importancia y siendo la única obra de dicha época pintada por la mano de una mujer que se encuentra depositada en el museo, siempre se decidió que debía mantenerse en la exposición permanente, por lo que desde ese momento se estudió una nueva fórmula expositiva para atraer sobre ella la atención del visitante. El resultado de ese delicado trabajo se puede visitar en la sala 13 reinaugurada el pasado mes de abril.

Actual disposición en la nueva sala 13 (Foto: Javier Romeo)

MdZ

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