Desde el despacho de biblioteca

Continúa una serie de entradas en nuestra página web tituladas “Desde el despacho”. En esta serie, nos hemos propuesto acercar la vida puertas adentro de nuestra institución a todos vosotros. A lo largo de varias semanas, daremos voz a nuestros despachos y será el personal del museo quien os cuente, de primera mano, su trabajo, ilusiones, algunas anécdotas y mucho más. Esperamos que os guste esta serie de novedades y descubra algunos aspectos de los museos que despierten vuestro interés.

Hoy nos cuenta su historia en el Museo de Zaragoza María Jesús Dueñas, bibliotecaria del museo desde 1994, a quien hemos entrevistado para la ocasión.

¿En qué consiste tu trabajo?

Consiste principalmente en llevar la biblioteca, esto incluye su control y gestión. Me encargo, por ejemplo, del intercambio bibliotecario con otras instituciones (actualmente trabajamos con aproximadamente 500 centros, principalmente europeos, pero también de Estados Unidos, Israel, Marruecos o Argentina). Gracias a este intercambio nutrimos nuestros fondos. También soy la secretaria del Boletín del museo, nuestra publicación más importante, y junto al director del centro coordino sus artículos.

María Jesús Dueñas en la biblioteca del museo. Foto: José Garrido. Museo de Zaragoza.

Además de la biblioteca propiamente dicha, realizo labores de documentación tanto de archivo y documento histórico, como relacionadas con los expedientes actuales. Esto último concierne especialmente a ingresos y depósitos del museo en otras instituciones, pero también otros movimientos de obra como los que se producen para realizar analíticas, por ejemplo. También gestiono el archivo administrativo que se deriva de todos los procedimientos que llevamos a cabo. La herramienta de museos para la documentación y gestión de nuestras colecciones es Domus y trabajo a diario con ella. Soy administradora de este programa y doy de alta o baja los fondos museográficos.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

Me satisfacen especialmente los hallazgos fruto del trabajo diario con la documentación del museo. No son grandes descubrimientos, sino los eslabones que faltan de la cadena. Esto se puede producir por azar, cuando manejo la documentación, o como resultado de una labor de “ratón de biblioteca” que me lleve a ello. Disfruto y me ilusiono cubriendo lagunas o descubriendo datos que nos ayudan a completar la documentación de nuestros fondos museográficos.

¿Tienes algún mensaje para nuestros visitantes y seguidores en redes? ¿Te gustaría hacer alguna recomendación?

¡Que vengan a conocernos! Cuando volvamos a abrir nuestras puertas y cuando las circunstancias lo permitan, pero que vengan. La biblioteca está disponible para todos, estamos abiertos a cualquier inquietud y nos gusta recibir a todo el mundo. Y, además de la biblioteca, nuestras salas os esperan con una colección maravillosa.

María Jesús Dueñas en la biblioteca del museo. Foto: José Garrido. Museo de Zaragoza.

María Jesús es nuestra guía en la biblioteca, dentro de ese espacio convive con centenares de publicaciones y conoce todo lo que nos aguarda en las estanterías. Nos ayuda en cualquier búsqueda, pero también es la mano que muestra nuestros fondos a investigadores y hace efectiva esa apertura a la ciudadanía. Su labor multidisciplinar es básica para el museo puesto que la documentación y gestión de colecciones es un pilar fundamental de nuestra institución. Este trabajo, tan desconocido puertas afuera, es clave para nosotros y mueve la compleja maquinaria del museo.

MdZ

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