El Museo de Zaragoza cuenta con una Sección de Arte Oriental cuyo origen se encuentra en la colección del profesor don Federico Torralba Soriano quien, en 2001, la legó al Gobierno de Aragón mediante un pacto sucesorio.
Este conjunto, de gran belleza y excepcionalidad, es un ejemplo perfecto del coleccionismo privado de arte asiático en nuestro país. Está formado por más de un millar de piezas pertenecientes a diferentes manifestaciones artísticas (lacas, esculturas, pinturas, estampas, esmaltes, cerámicas, mobiliario, etc.) que datan desde el siglo III al siglo XX procedentes, en su mayor parte, de Japón y China, pero también de otros países como Tailandia, Indonesia, Birmania, India, Corea, Tíbet, Nepal, Irán, Turquía, entre otros.
Dentro de su colección podemos destacar varios conjuntos por su calidad y extensión: el de laca japonesa urushi, el de estampas xilográficas japonesas de la escuela ukiyo-e, el de cerámicas y porcelanas chinas, así como el de obras budistas.
Junto a las piezas de arte oriental don Federico Torralba Soriano donó también su magnífica biblioteca especializada en la materia.
Si bien sus colecciones, tanto artística como bibliográfica, fueron el germen de la Sección de Arte Oriental del Museo de Zaragoza, esta ha ido creciendo con el paso de los años gracias a las adquisiciones de la Fundación Torralba-Fortún; donaciones, como las de los ceramistas japoneses contemporáneos Tanzan Kotoge (1946-2020) y Kentaro Kotoge (1976); y estampas desde el siglo XVII al XXI de la colección Pasamar-Onila, así como depósitos de la colección Miguel Ángel Gutiérrez.
Todas estas aportaciones convierten a la Sección de Arte Oriental del Museo en una de las mejores colecciones de arte oriental en instituciones públicas de nuestro país.