La semana pasada se llevó a cabo en nuestras instalaciones el proceso de réplica de dos esculturas romanas pertenecientes a la colección del Museo de Zaragoza. La iniciativa ha partido del Servicio de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza que va a destinar estas copias a reforzar el discurso expositivo de los admirables museos arqueológicos que gestiona.
En primer lugar, ha sido seleccionada una pieza que fue encontrada en la plaza de La Seo en 1870, dentro de la cloaca máxima de Caesar Augusta. Representa la cabeza un hombre retratado de forma realista en la edad madura. Tiene la cara afeitada, pelo corto característico de los julio-claudios y se fecha estilísticamente en el reinado de Tiberio (14-37 d. C.). Debió formar parte de una colección de efigies de personajes notables que se exhibía en el foro de la Colonia. Está tallada en mármol de Paros y tiene faltas en la nariz, el mentón y las orejas.
La segunda cabeza corresponde al retrato de Druso el Menor a los veinte años, hijo de Tiberio y de Vipsania Agripina. Son evidentes los parecidos con su padre y su abuela Livia. Se conserva la cabeza y parte del cuello. El rostro es redondeado, ligeramente vuelto a la derecha, la mirada hacia adelante con ojos profundos y grandes. Posee una frente abombada, ligeramente huidiza. Nariz prominente y aquilina. Labios cerrados, con el superior más saliente que el inferior, el mentón es sobresaliente y redondo. El cabello presenta cierto esquematismo y rigidez en el flequillo.
Esta cabeza perteneció a una escultura mayor, muy posiblemente formaba parte de una galería de retratos imperiales en el foro de Caesar Augusta. En el año 4 d. C., Augusto declaró heredero a Tiberio, el padre de Druso, y este fue el momento de la colocación de la estatua en el foro caesaraugustano. Se recuperó en la excavación arqueológica del solar de la calle Sepulcro angular con Gavín, en 1983.
El proceso de realización de las réplicas, que se ha ejecutado en el propio Museo de Zaragoza, ha permitido la obtención de los correspondientes moldes de silicona que proporcionan las imágenes en negativo de las cabezas. Posteriormente, ya en el taller del artista, se procederá a la consecución de las réplicas en positivo. Estos trabajos han sido realizados por el escultor Alberto Gómez Ascaso.
Una muestra más de la cooperación entre instituciones culturales que comparten el objetivo común de la conservación y la difusión de nuestro legado histórico y una invitación desde aquí para que visitéis los museos arqueológicos municipales y su complemento que es la sección dedicada a la Colonia Caesar Augusta, en el Museo de Zaragoza.
