En el Museo de Zaragoza pretendemos estar al día en todo lo que se trate de la aplicación de técnicas y procedimientos científicos a nuestras colecciones. Como es natural desde aquí no podemos abarcar todo el amplio abanico de posibilidades que la ciencia ofrece, por ello estamos en estrecho contacto con todas las personas e instituciones con las que podamos colaborar para avanzar en el conocimiento de los contenidos del museo. Este es el caso del que ahora os informamos.
Ante los objetos que se conservan en los museos existe de una parte el interés en preservarlos, pero a la vez es necesario su estudio, extrayendo el máximo posible de información sobre su estado y evolución. Para ello, toman cada vez más importancia las técnicas de estudio que obtienen información por métodos no destructivos y no invasivos, que no alteran para nada el material de dichos objetos. Entre ellos, la toma de imágenes hiperespectrales está abriendo un prometedor camino que ofrece, por un lado, una nueva documentación sobre el patrimonio, pero también un estudio en profundidad de las obras (mostrando detalles que no eran visibles a simple vista) y de los materiales que las componen (ya que de la propia imagen se puede extraer información analítica).
La imagen hiperespectral equivale a un conjunto de imágenes tomadas cada una de ellas a una longitud de onda diferente de la luz. Como si nuestra fotografía, en lugar de ser plana, fuese un cubo que pudiéramos seccionar y en cada sección viéramos la imagen a una longitud de onda diferente.
Mediante la colaboración del museo con la profesora Josefina Pérez Arantegui del Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Ambientales de Aragón (IUCA) de la Universidad de Zaragoza, se inicia ahora una investigación sobre varias de las obras pictóricas del museo, de las que se recogerán imágenes para estudiar algunas partes de ellas (trazos o detalles poco legibles, por ejemplo) y la composición de los materiales utilizados en su realización. En concreto, en esta primera campaña ya se han tomado datos de la tabla gótica “María Reina de los Cielos” de Blasco de Grañén y del lienzo “Retrato de Ramón Pignatelli y Moncayo” que algunos estudiosos atribuyen a Goya y otros, en cambio, la consideran una copia hecha por Narciso Lalana.
MdZ