El Museo de Zaragoza basa uno de los fundamentos de su política cultural en la colaboración con otras instituciones y entidades que comparten con nosotros los mismos objetivos. Por ello los ricos y variados fondos de nuestra colección son solicitados continuamente para conformar el discurso de exposiciones temporales celebradas por toda España y por el extranjero. En estos momentos se da la circunstancia de que el museo tiene prestadas nueve obras que forman parte de dos importantes muestras que se están celebrando a la vez en la ciudad de Zaragoza. Dos exposiciones bien distintas que os recomendamos vayáis a visitar sin falta.
La primera de ellas es la titulada “Goya y Zaragoza. 1746-1775. Sus raíces aragonesas” organizada por la Fundación Goya en Aragón e IberCaja con motivo de la reapertura del ahora “Museo Goya. Colección IberCaja”, antes “Museo Camón Aznar”, donde se construye un recorrido por los primeros pasos artísticos de pintor en su ciudad. En esta exposición se exhiben tres lienzos goyescos del Museo de Zaragoza: “La Virgen del Pilar”, “La muerte de San Francisco Javier” y el boceto de “Aníbal cruzando los Alpes”, además de una sanguina: “Cabeza de Ángel”. Pues no hay que olvidar que el Museo de Zaragoza es la institución museística española que custodia más obras de Goya, después del Prado y de la Academia de San Fernando.
La segunda exposición en la que el museo colabora es la que lleva como lema “Ideal de Aragón. Regeneración e identidad en las artes plásticas.1898-1939”, organizada por el Vicerrectorado de Cultura y Política Social de la Universidad de Zaragoza y que puede visitarse en el edificio del Paraninfo. Con ella se quiere ilustrar, a través de las artes plásticas, la dicotomía planteada a principios del siglo XX en la sociedad aragonesa y española, entre las tradiciones heredadas como símbolo de identidad y los avances propios de una modernidad unificadora, en el marco de regeneracionismo nacional.
A esta muestra, el Museo de Zaragoza ha contribuido con otras cinco piezas, dos de Gárate: “Retrato de Asunción Benedí” y “Segadores” y otras tres de Marín Bagüés: “El Ebro”, “La Jota” y “Las tres edades”.
De esta forma nuestras obras de arte toman un significado distinto y encuentran una magnífica forma de llegar a más público y cumplir así con su función de fomento de la cultura.
MdZ
