El pasado domingo, 18 de mayo Día Internacional de los Museos, se abrió al público la exposición sobre Augusto que con tanta dedicación hemos estado preparando en el Museo de Zaragoza para conmemorar el bimilenario de la muerte del emperador.
A las doce en punto dio comienzo la ceremonia protocolaria de la inauguración con unas palabras de bienvenida del Director del Museo quien explicó brevemente la génesis, los objetivos y los contenidos de la muestra. A continuación tomó la palabra la Consejera de Educación, Universidad, Cultura y Deporte que glosó la densa agenda de actos que el Gobierno de Aragón ha programado para celebrar esta efeméride y animó a los presentes y a la sociedad en general a disfrutar, no sólo con esta exposición, si no también de todo aquello que enriquece el espíritu a través de la cultura. También estuvo presente en la tribuna el Director General de Patrimonio Cultural bajo cuya responsabilidad está el Museo de Zaragoza.
A lo largo de la mañana de ayer más de ochocientas personas se dieron cita en la inauguración que se fueron turnando en grupos para acceder a la muestra con comodidad. Los comentarios fueron muy positivos y todos los visitantes con los que conversamos dijeron que volverían para ver la exposición con más sosiego. Eran más de las dos de la tarde cuando salían del centro los últimos asistentes.
Esta importante actividad está complementada por otras acciones del museo que la refuerzan y le dan un especial atractivo, como las visitas guiadas por los mismos técnicos que han ideado y producido la exposición, talleres sobre cultura y vida en época romana, la propia programación de la próxima “Noche en Blanco”, etc.
También hay que destacar que AUGUSTUS ANNUS AUGUSTI MMXIV dispone de una magnífica guía-catálogo de la misma, impresa a color que se ha puesto a disposición del público desde el domingo al precio de diez euros. Sus ciento cuarenta páginas contienen las claves para contextualizar perfectamente el significado de la figura humana y política de Augusto a través de los objetos que se exhiben a lo largo de las diferentes secciones de que consta la exposición.
Sin duda, las muestras temporales son unas de las actuaciones que más expectación despiertan en un museo, son la toma de contacto periódica con el público habitual y la forma más eficaz de atraer a nuevos visitantes y fidelizarlos. Las exposiciones temporales siempre provocan un enorme interés y son una de las mejores maneras de demostrar la vitalidad renovada de una institución museística ante la sociedad a la que se debe. Por eso, ayer fue un gran día para el Museo de Zaragoza.
MdZ