El Museo de Zaragoza es un centro de titularidad estatal y gestión transferida a la Comunidad Autónoma de Aragón que está situado en la ciudad de Zaragoza, en la plaza de los Sitios de la capital. El Museo de Zaragoza es el espacio museístico más extenso y representativo de todo el territorio aragonés. Sus colecciones resumen la historia desde la Prehistoria hasta el siglo XX: Antigüedad, Alta Edad Media, Renacimiento, Gótico, Barroco, Goya y su época, siglos XIX y XX. Esta amplia variedad se completa con las colecciones singulares de arte oriental, cerámica o etnología.
Se trata del museo más antiguo de la capital aragonesa y la sede principal, que alberga las secciones de Arqueología y Bellas Artes, está ubicada en un edificio neorrenacentista construido para la Exposición Hispano-Francesa de 1908 por los arquitectos Ricardo Magdalena y Julio Bravo. Su diseño está inspirado en el Patio de la Infanta, de la que fue casa del rico comerciante y mecenas del renacimiento aragonés Gabriel Zaporta.
Las otras sedes del museo son la Casa Pirenaica y la Casa de Albarracín del parque José Antonio Labordeta, que reproducen modelos típicos de la arquitectura popular de estas zonas. Están construidas por Alejandro Allanegui en 1956. Estos edificios albergan las secciones de Etnología y Cerámica respectivamente. Una última sección acoge los hallazgos del yacimiento arqueológico de la Colonia Celsa y se encuentra situada en Velilla de Ebro.
El Museo de Zaragoza es el museo más extenso y representativo de todo el territorio aragonés, pues sus colecciones abarcan un sinfín de piezas arqueológicas, ejemplares de la historia del territorio aragonés, así como un interesante número de piezas pictóricas y escultóricas, entre las que sobresalen los nombres de Goya (con una extensa colección de obras a nivel mundial, solo superada por las del Museo del Prado y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid), Damián Forment, Francisco Pradilla, Jusepe Martínez, Carlos de Haes, Francisco Bayeu o Jerónimo Cósida, entre otros.
La vocación aragonesa del Museo de Zaragoza viene definida por la naturaleza de sus colecciones y la trayectoria histórica de la institución. Este patrimonio público permite trazar la historia del territorio de la comunidad aragonesa desde la Prehistoria hasta el siglo XX, y se distribuye en cinco secciones albergadas en cuatro edificios.
Colecciones
Los fondos que componen el Museo de Zaragoza son los más amplios de los museos instalados en Aragón y permiten un acercamiento al proceso histórico de formación de nuestra comunidad, desde la Prehistoria hasta nuestros días. A los clásicos objetivos de educar, investigar, conservar y difundir, el Museo, como lugar de comunicación cultural, añade el espíritu del libre acceso a sus fondos y documentos e intenta aplicar la fórmula del descubrimiento-aprendizaje en la aproximación a los mismos.