Comienza el curso escolar y dejamos atrás los meses de verano. Como cada año, hacemos balance de la temporada estival y, una vez más, volvemos a alegrarnos del éxito cosechado durante este tiempo.
Agosto, el mes de vacaciones por excelencia, ha sido el más numeroso de todo el año en cuanto a visitantes. A lo largo de estos 31 días, hemos recibido 4.470 personas entre todas nuestras sedes, una cifra que nos devuelve el optimismo. A estas visitas hay que añadir las 1.300 personas que han asisitido a los diez conciertos de verano, dentro del festival Múver 2021.
Los datos de este verano abren un nuevo capítulo ilusionante. El inicio de 2021 fue modesto, el año comenzó de forma tímida como consecuencia de una pandemia que alejó al público de muchas actividades. No obstante, cada mes hemos recuperado visitantes hasta el punto de remontar y recuperar cifras anteriores a la pandemia justo en agosto. En este momento, ya estamos manejando datos propios de la “normalidad”.
A lo largo de estos meses, hemos vuelto a recibir grupos autónomos que han disfrutado de nuestras colecciones, especialmente de la exposición temporal de Pradilla, el espacio dedicado a los cascos celtibéricos y las salas dedicadas a Francisco de Goya. La exposición “Pradilla y la pintura” nos ha permitido realizar unas visitas mediadas muy especiales. Los grupos de estas visitas-concierto se han llenado para disfrutar de una experiencia única en el museo todos los jueves de julio y agosto.
Otro hito importante de este verano ha sido la reapertura de la sección de Etnología en el parque José Antonio Labordeta. Más de cuatrocientas personas han visto el nuevo montaje y la exposición temporal “El legado Cativiela” que abrió al público el 23 de julio y se mostrará cada fin de semana hasta el 19 de septiembre.
A día de hoy podemos confirmar que el museo vuelve a disfrutar de su público. Estamos viviendo circunstancias muy especiales pero la cultura es segura. Nuestras sedes son los espacios perfectos para aislarse del exterior durante unos momentos y disfrutar de una experiencia única. En el interior del Museo de Zaragoza el tiempo se detiene y la calma nos invita a disfrutar de nuestro pasado, para descubrir el arte y la historia en un entorno único.
MdZ