Ayer fue el Día del Libro y queremos celebrarlo compartiendo con vosotros un incunable que forma parte de nuestros fondos. Se trata de un ejemplar del Liber Chronicarum, del que existen varios ejemplares y ediciones por todo el mundo.
Se denomina incunables a los libros impresos en una época muy concreta en la que el arte de la impresión se encontraba “en la cuna”, de ahí su nombre. Este período abarca desde el invento de la imprenta por Gutenberg hacia 1440 y 1501.
El Liber Chronicarum, también conocido como “Crónica de Nuremberg”, es uno de los incunables más preciados, considerado como uno de los proyectos más ambiciosos y valorados de Europa. Se trata de un atlas o historia ilustrada de la humanidad reflejada según la cosmovisión de la época, desde su creación hasta 1490, y compilada por el doctor, humanista y bibliófilo de Nuremberg Hartmann Schedel (1440-1514). También participaron en esta obra otros humanistas conocidos en la Alemania del siglo XV como Hieronymus Münzer.
Es uno de los libros más densamente ilustrados y técnicamente avanzados de la época. Contiene 1809 grabados producidos a partir de 645 bloques. El impresor y editor responsable de la publicación fue Anton Koberger, el más poderoso de su época. La producción del libro fue financiada por el empresario de Nuremberg Sebald Schreyer y su cuñado, Sebastian Kammermeister. Los pintores y grabadores Michael Wolgemut y su yerno Wilhelm Pleydenwurff ejecutaron las ilustraciones alrededor de 1490. En esa fecha, el taller de estos artistas estaba en su pico artístico y el joven Albrecht Dürer estaba completando su aprendizaje allí.
La parte más extensa de la obra es la dedicada al momento presente (siglo XV), en la que incluye referencias de un importante número de ciudades europeas. Las vistas de los pueblos, algunas auténticas, otras inventadas o copiadas de modelos más antiguos son lo más característico de la obra y tienen gran interés artístico y topográfico; de ellas, una tercera parte son reconocibles por su topografía y sus edificios principales. Las vistas de Roma, Venecia, Génova y Florencia son copiadas, sin embargo, las ciudades del Imperio Germánico y las zonas próximas del Báltico y Europa Central se basan en dibujos tomados del natural. Todas ellas reproducen fortificaciones, puentes, palacios e iglesias, con los rasgos de los estilos arquitectónicos locales. Destaca la vista de Nuremberg, a doble página, con carácter propagandístico. Las vistas inventadas son versiones imaginarias construidas a partir de un prototipo de ciudad medieval fortificada y con carácter estético; es el caso de Jerusalén y Constantinopla representadas a partir de una recreación de sus edificios más emblemáticos. La obra incluye, además, dos mapas; el primero es un mapamundi basado en la configuración de Ptolomeo y el segundo es un mapa de Europa Central y Oriental (el primero que aparece en un libro impreso) basado en un dibujo atribuido a Nicolás de Cusa.
Las Crónicas siguen una tradición medieval que representaba la historia humana en seis edades y añaden una séptima (el Juicio Final) tras dejar algunas páginas en blanco al final de la sexta. El libro narra la historia de la Iglesia, la historia laica, la antigüedad clásica, y acontecimientos medievales (se señalan por ejemplo los pasos de los cometas) y contemporáneos mezclados con mitos, leyendas y fábulas. También retrata a personajes importantes como reyes, miembros del clero (ya sean paganos, judíos o cristianos), pensadores y filósofos. Las siete edades en que se divide son:
Primera edad: desde la Creación hasta el Diluvio Universal.
Segunda edad: de Noé hasta el nacimiento de Abraham.
Tercera edad: de Abraham al reinado del rey David.
Cuarta edad: de David hasta el destierro a Babilonia.
Quinta edad: de Babilonia al nacimiento de Cristo.
Sexta edad: del nacimiento de Cristo hasta la época actual (año 1490).
Séptima edad: vista del fin del mundo y del Juicio Final.
El incunable del Museo de Zaragoza data de 1493 y es un ejemplar en blanco y negro (también se hicieron ediciones en color). Como veis, la colección del museo es extensa y variada y hoy nos sentimos orgullosos de poder mostrar esta pieza tan singular.
* Las imágenes que se muestran pertenecen al ejemplar de la Biblioteca Nacional de España.
MdZ