Estamos en plena Semana Santa y, aunque este año vamos vivir estos días de una manera bien diferente, el Museo de Zaragoza quiere acercar la obra que mejor representa los episodios de la Pasión para analizarla con detalle. Se trata del retablo gótico de la Santa Cruz de la iglesia de Blesa.

Este retablo está compuesto por una serie de tablas que conforman una obra de gran envergadura. Ha sido recientemente restaurado (información acerca de la restauración aquí) y se expondrá próximamente en la sala dedicada al arte gótico pendiente de apertura.

La obra, realizada por los pintores Martín Bernad y Miguel Jiménez a finales del siglo XV, relata diferentes episodios de la Pasión y de la leyenda de la Vera Cruz. Se trata de un conjunto de altísima calidad, con clara influencia flamenca, que puede apreciarse en los ropajes y en determinados personajes como los ángeles que siguen los modelos de Van Eyck y Van der Weyden.

En esta ocasión vamos a centrarnos en las tablas que mejor reflejan las celebraciones de estos días de Semana Santa y que se sitúan en el retablo desde el piso inferior al superior.

“Jesús ante Caifás” ocupaba el piso más bajo del retablo. En esta tabla se reproduce el episodio en el que Jesús es llevado ante el sumo sacerdote y comparece en el juicio religioso que deriva en condena por blasfemia. La escena sigue un grabado de Martín Schongauer de la serie dedicada a la Pasión (1475 – 1480). Destaca la expresión de los rostros de los protagonistas y la mayor escala en que están representados ambos para diferenciarlos de los secundarios y dotar de profundidad y perspectiva a la obra.

“La crucifixión” o Calvario es la tabla de mayor tamaño y conformaba el ático o coronamiento del retablo. En ella se sigue la narración de los evangelios canónicos y sigue los modelos iconográficos del arte aragonés de la época, que se imponían en los contratos que firmaban los pintores «una punta con Nuestro Senyor crucificado, e los ladrones y la Virgen María con las Marias e Sant Johan e otras gentes, acompanyado a pie y a cavallo, y Longynos y Centurion singularment». Destacan los rostros realistas del grupo de sayones que se disputan la túnica de Jesús, así como la personalización de cada uno de los representados diferenciando soldados, sacerdotes judíos…etc. y la composición en forma de Tau para diferenciar a Cristo de los ladrones.

“El descendimiento” sería la tabla que culminaría la calle lateral izquierda del retablo. La composición repite los modelos ya popularizados por el pintor Bartolomé Bermejo (1440-1501) y muestra a la Virgen desmayada y atendida por San Juan y otra mujer, a María Magdalena postrada ante la cruz y a otros hombres, entre ellos José de Arimatea, descendiendo el cuerpo de Cristo. Al igual que en el resto de las tablas, los rostros y actitudes de los personajes son naturalistas y se muestran con detalle y precisión reflejando la gran calidad de esta obra y de sus autores.

Esta novedad de la web no es sino un pequeño aperitivo para estos días, que esperamos os abra el apetito y os anime a visitar nuestra sala de arte gótico, donde se mostrará todo el retablo y podrá apreciarse en toda su magnitud. En el museo estamos deseando reabrir ese espacio para disfrute de todos nuestros visitantes.

* Las fotos de archivo que aquí se muestran son anteriores a la restauración actual.

MdZ